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sábado, 9 de junio de 2007

Un día para olvidar


Era el día número 53 de mochileo por Europa, estaba muy contento, había viajado desde Le Mans a París en el TGV (tren de alta velocidad) desde la casa de mi amiga Nina, fue toda una experiencia, sobre todo porque no pagué ni un peso, no tenía suficiente plata y sabía que la podía hacer gratis, eso si me iría de vuelta a Chile con la multa que el fiscalizador me daría si me encontrara en el tren sin el ticket, pero milagrosamente el famoso señor nunca apareció (pero estuve nervioso casi todo el viaje), el trayecto de casi 200 kms lo recorrimos en apenas 25 minutos. Los fiscalizadores son esos tipos que hay en los trenes con pitos y una gorra muy llamativa (parecida a la que usan los carabineros).

Llego a París, voy al Hospital Marie Curie, donde trabaja mi amigo, el es ruso e investiga sobre el cáncer, es extremadamente amable y los últimos días me quedo en su pieza en la ciudad Universitaria. Voy a su lugar de trabajo a buscar la llave para retirar mis cosas y tomar el vuelo que me llevará a Shannon, Irlanda. El vuelo salía a las 22.45 hrs. en un aeropuerto utilizado por una aerolínea barata, por lo que queda bastante lejos de París, a unos 80 kms. La aerolínea provee unos buses que salen desde el centro parisino, es un único bus, no hay más opciones. Cuesta 13 euros.



Vasiliy me dice que aún es temprano, son las 16.00, que tengo muchísimo tiempo, que tengo que salir a las 19 de su casa para llegar a tiempo. Tuve una de las peores peleas con mi polola ese día, ella estaba en Rumanía, estaba muy triste y decepcionado, finalmente tuve que dejar de pelear con ella para ir a tomar mi avión, discutimos un par de horas por Internet. Salgo a la hora que me dijo mi amigo, tomo el RER, unos trenes subterráneos gigantescamente largos y lentos. Mis preocupaciones están en otro lado, pienso en ella y solamente en ella, ni me fijo que me tomó finalmente poco más de una hora en cruzar 5 estaciones. No recuero la causa de tal demora, creo que fue principalmente la espera inicial.

Llego al lugar donde salen los buses, y para mi sorpresa ya se habían ido, eran las 20.25, pregunto y pregunto y me dicen que la única opción ahora es tomar un taxi, por tan solo $120 euros (hacer click para ver conversión actual, para principios del 2007 equivalían a $84.000 pesos ) todo lo que tenía para casi el mes que me quedaba de viaje eran 80 euros.

Había ahí un taxista, una especie de aprovechador de los errores de los viajeros despistados como yo, le ruego que me lleve por todo lo que tengo (pero inteligentemente le dije que tenia solo 70 euros, tenia que dejar algo para vivir!), me dice que espere que llegue otra persona para que podamos compartir el costo del viaje. 5 minutos después le insisto, me repite lo mismo. A los 10 minutos insisto nuevamente, la misma respuesta. Con los nervios le hablo en francés y logramos entendernos con dificultad pero lo logramos, no entiende nada de inglés. Finalmente me doy cuenta que no llegaré a ningún lado con él, que es un simple aprovechador y negociante.

En un momento de desesperación no encuentro nada mejor que pararme en un semáforo, hago parar autos, una moto y una van. Al primer auto que veo le toco la ventanilla mientras está parado en el semáforo y le pregunto si me lleva a Beauvois por 70 euros, la respuesta es negativa, pero no me doy por vencido. Aparece una moto, le pregunto si me lleva por el mismo precio al mismo aeropuerto, sin resultado nuevamente. Finalmente y con mi desesperación increcendo para un señor en una van y luego de la misma pregunta, me dice que no puede, pero que podría preguntar en el hotel que está en frente, que los taxistas que esperan ahí por seguro me llevarán.

Tomo mis 2 mochilas, la de 15 kilos y la de 10, meticulosamente balanceadas de tal forma para no tener que pagar extra en el avión. Cruzo la calle y me acerco al primer taxi que veo en el mentado hotel, un hombre moreno de unos 25 años, le pregunto y me dice que si, que me lleva, no lo dudo ni un segundo, agradezco en mi cabeza la recomendación del señor de la van. Me subo, partimos, son las 21.05, hago cálculos en mi cabeza y creo que alcanzamos a llegar. El tráfico es horrible, muchos semáforos y es extremadamente lento. El conductor es algo callado, su inglés es bastante decente para ser francés y además hijo de inmigrantes, creo que me dice que sus padres son de Algeria, intento calmarme pero la incertidumbre me desespera. El taxi es un auto familiar, marca francesa y en excelente estado, (no como las cacharras que circulan por Santiago) lleva el taxímetro encendido, ya se de antemano que marcará 120 euros al final del trayecto.



Sigo dividiendo, sacando velocidades promedio y tiempo estimado de llegada, cada 2 kilómetros actualizo la cuenta, si mantenemos una velocidad promedio de 50 kms por hora no llegamos, a 80 llegamos justo, a 100 llegamos 5 minutos antes, etc. Termina el tráfico y ahora estamos en la autopista, mis cálculos luego de 10 minutos a 120 kms por hora son favorables, llegaremos justo a tiempo, quedan 20 kms, a esa velocidad llegamos 3 minutos antes, sigo calculando y sudo helado, me pregunto que pasará, ¿terminaré la noche en Irlanda o todavía en Francia?. Es como en esos libros que te gustaría saber pronto el final, no puedes esperar, quieres saber pronto que pasará, la espera me mata. 10 kms.

Sólo quedan 10 kms y aún mis proyecciones son favorables pero ajustadas, si todo sale bien llegaré con 5 minutos de anticipación. Nos acercamos a un peaje, el taxista me dice que le tengo que pagar, bueno, ninguno de los 2 consideró eso antes, aún tengo plata, me dice que tengo que pagarle la ida y la vuelta, en total unos 6 euros, aún me quedan 4. Bueno 4 es mejor que nada. Con eso me puedo comprar 2 bebidas en lata, no moriré de sed al menos. El peaje destroza todas mis estimaciones, nos demoramos bastante, otra vez llegamos justo a tiempo, quedan 5 minutos y sólo 1 kilómetro. Lo voy a lograr.

Segunda parte
Continuará.....(proxima semana)

8 comentarios:

Gustavo dijo...

"Muy bien, te felicito" :lol:

Wn está la raja, pero termínala po... ¡me dejaste más metido que colaless de novia!

Javi dijo...

puchaaaaaaaaa... ya me se el final... snif
igual dale, terminalo pronto!!!

Anónimo dijo...

wena weon me cague de la risa imaginandote mas cagao q e pañal de guagua cachando si llegabai a la hora o no al aeropuerto jajajja

cuidese!

Cristóbal Pineda A. dijo...

ta wena la historia....
ojala ke el remate sea igual de bueno....
nos vemo!

Magda dijo...

y el final??

:P

dperezrada dijo...

Wena loco... Ta muy buena la historia, te pasaste para aperrado.
Pero me quede muy metido con el final... Termina los examenes bien y después esperaremos el final de la historia.

Anónimo dijo...

Hola po´ amiguín!!
Bueno, qué querís que te diga...
No te había leído así antes, o sea, siempre veo tus fotos del flog, pero acá si que te explayas.
Creo que pasaré de vez en cuando a leerte, eres bastante dinámico y detallista para narrar y eso me entretiene. Y lejos me mataron esos cálculos que hacías en tu desesperación ...Es que yo ni desesperada llegaría a calcular así. Mi talento va por otro lado...jajaaj!!!
Al igual que tus amigos me quedé con ganas de saber cómo termina esta loca historia.
Pero como dice una persona por ahí, antes dedícate a tus prioridades...de ahí...date el espacio pa terminar este capítulo.
Gracias por la conversa de hoy...
Me ayudó saber que no estoy sola en esto...y que debo ser cuidadosa.
Me alegra haberte conocido!!

Anónimo dijo...

Ali said:

AY...me encantó jii escribes muy lindo, casi como para una historia didáctica para niñus que lindoooooooo :DDD besitos...y TO be continued jiji

Bless U*!